¡Cómo puedo saber si estoy viviendo pruebas o consecuencias!

¡Todos los seres humanos enfrentamos circunstancias difíciles en la vida de diferentes tipos, tamaños y colores! Muchas veces pensamos que las circunstancias que estamos viviendo no son justas. ¡NO es Justo que me esté pasando esto a mí! A veces las circunstancias son pruebas, pero a veces son consecuencias de nuestras decisiones.

1 Pedro 1:6-7 Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro.

Juan 16:33 Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.

En lugar de ver los desafíos como obstáculos insuperables, los matrimonios cristianos pueden transformarlos en oportunidades para fortalecer la conexión espiritual y emocional. Esto implica juntos la orientación divina, orar en unidad y comprometerse a buscar los desafíos como equipo.

Hay ocasiones especiales cuando Dios sabe que necesitamos atravesar pruebas, porque ellas nos preparan para el crecimiento espiritual, o incluso ayudan a evitar que pequemos. Las pruebas son variadas y Dios determina las pruebas de acuerdo a nuestras fuerzas y necesidades.

Las pruebas no son fáciles. Quiere decir que vamos a experimentar dolor o aflicción. Debemos aceptar el hecho de que hay experiencias difíciles en la vida y no poner una fachada para aparecer “más espirituales”.

Las pruebas son controladas por Dios, y no durarán para siempre. Cuando Dios permite que sus hijos atraviesen el horno, él mantiene su ojo en el reloj y su mano en el termostato. Lo importante es que aprendamos la lección que él quiere enseñarnos y que solo él reciba la gloria.

Gálatas 6:7-8: No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte;

Toda acción va a tener una consecuencia, buena o mala. Muchas veces vivimos las consecuencias de malas decisiones, que son todas aquellas que van en contra de la voluntad de Dios escrita en la Biblia.

Las relaciones que más sufren generalmente son el Matrimonio y la Familia, porque son las relaciones con las que más interactuamos y la que tenemos la alta posibilidad de no ponernos de acuerdo. Entonces pueden venir acciones de reclamo, ira, maledicencia, maltrato, etc; que tendrán graves consecuencias en la Familia.

Gal:6:9 pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos bendiciones si no nos damos por vencidos.

Entonces cuando reaccionamos, y decidimos ser humildes, mansos y pacientes; y perseveramos en obedecer la palabra de Dios como EL dice sin cansarnos de hacerlo nunca; a su tiempo, obtendremos las bendiciones de una familia saludable, estabilidad, paz, prosperidad y muchas bendiciones más.

cada desafío puede ser visto como una prueba o como una consecuencia de decisiones. Al adoptar una perspectiva centrada en la fe, podemos aprender, crecer y fortalecer nuestra relación conyugal. Al confiar en Dios y comprometernos a aplicar los principios cristianos en medio de los desafíos, podemos convertir estas pruebas en oportunidades para construir un matrimonio sólido y duradero.

Es muy diferente vivir “pruebas” o “dificultades”. Las pruebas no las podremos evitar, pero las consecuencias si podremos evitarlas, si hacemos las cosas a la manera de Dios.

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