Fijación mental o preocupación excesiva que sobrecarga la mente.
La obsesión es un tipo de comportamiento humano que consiste en la aparición de pensamientos o
sentimientos que se imponen y generan estados de ansiedad. La obsesión puede llegar a dominar la voluntad
de una persona. Puede ser una idea, palabra o imagen que se impone en la mente de manera repetitiva.
Hoy vamos a hablar del tipo de obsesión que afecta un matrimonio.
Se habla de esa obsesión cuando la persona desarrolla sentimientos de pertenencia y control hacia su pareja. Esa obsesión puede ser tan intensa que la relación se vuelve destructiva y tremendamente dolorosa. Típicos comportamientos obsesivos: No hay comprensión y respeto mutuo; celos; constantes discusiones a causa de infidelidades que no existen; y muestra una actitud cerrada. Aunque le digan que está actuando mal
cree que es todo lo contrario.
Intenta manipular amenazando con quitarse la vida, hace promesas de cambio, justifica sus malos actos por el bien del amor, etc. Generalmente hay alteraciones en el sueño, en hábitos de alimentación y recurren a la bebida o drogas como refugio.
El primer paso para resolver un problema emocional es la aceptación. Cuando una persona que sufre este mal,
lo reconoce, entonces podrá comenzar a dominarlo. Reconocerlo delante de Dios, es un paso fundamental.
Probablemente esa persona tiene asuntos que solucionar, tal vez relacionados con el abandono, abuso o
maltrato en la infancia, problemas de ansiedad, depresión, baja autoestima, etc.
El segundo paso es comenzar el día desde muy temprano, procurando un crecimiento espiritual leyendo la
Biblia, escuchando música de alabanza, y buscando una manera de sustituir las imágenes terribles con
promesas de Dios. Se debe tomar la decisión de posponer la respuesta compulsiva por unos minutos u horas.
Cuanto más, mejor. Escribir el pensamiento una y otra vez, le ayudará a vencer esas ideas negativas.
El tercer paso es dedicar treinta minutos al día a pensar en tu obsesión y no más. Repite durante ese tiempo tu
obsesión. Esto podrá evitar que surja más tarde. No huyas. Si algo te asusta, enfréntalo. Se realista con frases
como: “Sé que mis pensamientos son exagerados”, “Es normal cometer errores”, “Nada puede ser perfecto”.
Luego toma tiempo para meditar en las promesas de Dios que destacan tu valor como hijo(a) de Dios.
Es crucial basar la relación en los fundamentos sólidos de la Palabra de Dios. Esto implica estudiar y aplicar los principios bíblicos relacionados con el matrimonio, como el amor, el perdón, la paciencia y el respeto mutuo. Al alinear las acciones y actitudes con los mandamientos divinos, se construye una base sólida y se establece una dirección clara para el matrimonio.
Si estás padeciendo este mal, ya pesar de poner en práctica las recomendaciones, no logras controlarlo, te
sugerimos que busques ayuda con un Profesional Cristiano para sanar su sistema de creencias, y hacer un
seguimiento de tu caso. Tu familia necesita y merece un padre y una madre totalmente sanos
emocionalmente.
¡Tu Matrimonio y tu Familia es el Tesoro más valioso que Dios te ha dado. ¡Cuídalo!