¡El temor es una emoción angustiosa por un riesgo de algo imaginario o real!
El temor es la creencia o sospecha de que va a pasar algo malo o desagradable. El temor se convierte frecuentemente en una barrera infranqueable que nos impide vivir con la paz que necesitamos y altera nuestras emociones, abriendo campo a la duda, al desánimo y hasta la depresión.
Todos los matrimonios experimentamos algún tipo de temor o varios. Por ejemplo: temor a que no lleguen a entenderse, y que se enfríe el amor; temor a interferencias externas; temor a no obtener las finanzas suficientes; temor a una enfermedad en alguno de los dos; temor a una actitud que necesita que el otro cambie y no se ven cambios; temor a cómo les va a ir a nuestros hijos, etc.
Evidentemente el temor es un pésimo compañero de vida y necesitamos despojarnos de todo temornegativo que limite o destruya nuestras mejores expectativas en la vida. La pregunta es: ¿Cómo lo hacemos? Como en todas las cosas importantes de la vida, Dios nos da la luz y la guía de cómo resolver los conflictos y situaciones que pueden afectar nuestra vida.
I JUAN 4: 18: En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Y Romanos 8:28: Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
El amor tiene la capacidad de eliminar el temor de cualquier persona. Todo aquel que experimenta el perfecto amor de Dios, no le tendrá temor a nada, porque tiene la seguridad en un Ser Todopoderosoque tiene el poder de cambiar cualquier circunstancia en bendiciones a aquellos que le aman.
El perfecto amor es la FE y la convicción de que estamos confiando en un Dios real y verdadero que nos ama incondicionalmente, y que cuenta con que nosotros también amemos como nos lo enseña en:
Mt: 22:36-40: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.
Recibir el inmenso amor de nuestro Padre Celestial con FE absoluta, y amarlo a EL con todas nuestras fuerzas, como para obedecer su palabra incondicionalmente, unido a la decisión de amar a nuestro prójimo comenzando con nuestra pareja y nuestra familia, constituyen el Amor perfecto necesario para erradicar todo temor y toda duda de nuestra vida.
Cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas y amamos a las personas a nuestro alrededor, se produce en nosotros, por diseño de Dios, una seguridad extraordinaria de que la gracia y el favor de Dios nos acompaña siempre y por lo tanto no le tendremos temor a nada.
Todos los vacíos e inseguridades serán llenados por ese amor perfecto. Y cuando amamos de esa manera, sentimos el amor del Padre y podremos perdonar con facilidad.
Si estás experimentando temores en tu vida de cualquier tipo, toma la decisión de amar a Dios con todas tus fuerzas, de obedecerle en todo y la decisión de amar y perdonar incondicionalmente a las personas a tu alrededor, comenzando con tu pareja, tu familia y la familia de tu cónyuge.