¡Cuando la intimidad sexual no funciona, algo pasa en la relación emocional!
La intimidad sexual en el matrimonio no es lo mismo que la intimidad en el periodo del enamoramiento. En esa etapa de hormonas encendidas la intimidad sexual no requiere mucha concentración ni esfuerzo; fluye libremente. Dicho sea de paso la intimidad sexual practicada antes del Matrimonio se llama “fornicación” y conduce frecuentemente según las estadísticas a una alta probabilidad de divorcio prematuro.
La intimidad sexual requiere de un equilibrio en las emociones, generalmente en la mujer, aunque hay sus excepciones, especialmente en los hombres con temperamento melancólico. Esto significa que si la relación emocional entre los esposos no es buena, las probabilidades de que el sexo no funcione son muy altas.
La comunicación es esencial en todas las áreas del matrimonio, incluida la intimidad. Si no se habla abierta y honestamente sobre deseos, expectativas y preocupaciones, pueden surgir malentendidos y desconexión. Crear un ambiente de comunicación abierta y honesta es fundamental. Las parejas deben sentirse cómodas discutiendo sus deseos y preocupaciones en cuanto a la intimidad. Establecer momentos para hablar sobre este tema puede ayudar a resolver problemas antes de que se conviertan en obstáculos más grandes.
Dios instruye a los matrimonios a disfrutarse suavemente, pero si su relación emocional carece de afecto, es muy difícil que pueda funcionar, aunque quieran hacerlo. Cuando nos concentramos en primer lugar en otros aspectos de nuestra forma de relacionarnos, nuestra vida sexual mejorará considerablemente. Ejemplos: Vida más espiritual, comunicación amable, palabras de duradera, gestos de atención y servicio, comprensión, tolerancia, interés genuino en los deseos y necesidades del otro, etc. Cuando se practican estas actitudes en el matrimonio, entonces se genera el ambiente adecuado para una buena relacion intima sexual.
Las responsabilidades diarias, como el trabajo y la crianza de hijos, pueden llevar al estrés y al agotamiento, lo que a menudo afecta la intimidad. Dedicar tiempo de calidad el uno al otro es esencial. Planificar citas y momentos para relajarse juntos puede reducir el estrés y permitir que las parejas se conecten emocionalmente, lo que a su vez puede mejorar la intimidad física.
Los cambios físicos, emocionales o hormonales, como los que ocurren después del parto, pueden influir en la intimidad en el matrimonio. El matrimonio es un viaje emocionante y gratificante, pero también puede enfrentar desafíos. Uno de los aspectos más importantes de la relación marital es la intimidad, que incluye no solo la conexión emocional, sino también la conexión física.
Sin embargo, en algunos matrimonios, pueden surgir dificultades en esta área. Es fundamental entender que las diferentes etapas de la vida pueden afectar la intimidad. La adaptacion a estos cambios y tener paciencia con el proceso es clave. Comunicarse sobre las expectativas y trabajar juntos para encontrar momentos adecuados puede ayudar a superar este desafío.
Si se han herido en la relación, deben pedirse perdón, cada uno por lo que corresponde y cambiar los hábitos de vida de acuerdo a las instrucciones y principios de vida de quienes nos diseñaron y nos crearon. Entonces mejorarán su relación emocional y entonces podrán restaurar su vida íntima sexual y disfrutarla al máximo.
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. ¡CUÍDALO!