Dios no está de acuerdo para nada con el Divorcio. Dios detesta el Divorcio. Pero cuando ya una pareja rompió
su relación, por la razón que sea, y ya no hay probabilidad de restauración, entonces asumimos que Dios en su
misericordia perdona al no causante del divorcio. No pretendemos interpretar la ley de Dios en modo alguno.
En la vida matrimonial, a veces nos enfrentamos a desafíos y dificultades que pueden poner a prueba nuestra relación. Sin embargo, como cristianos, creemos en la gracia de Dios y en la posibilidad de comenzar de nuevo con una segunda oportunidad. ¿Cómo podemos aprovechar esta oportunidad y construir un matrimonio renovado y fortalecido?
Antes de embarcarse en una segunda oportunidad, es importante reflexionar sobre los errores y las lecciones aprendidas del pasado. Reconozcan las áreas en las que hubo dificultades y busquen maneras de evitar cometer los mismos errores en el futuro. La honestidad y la humildad son fundamentales en este proceso de reflexión y crecimiento.
No podemos ignorar que el Divorcio siempre tiene consecuencias espirituales, emocionales y económicas; que
quien se divorcia, tendrá que enfrentar. No obstante, existe una segunda oportunidad de comenzar una nueva
relación, pero esta vez tiene que ser bajo la estricta instrucción del Señor.
Un segundo divorcio no se justifica para un hijo de Dios. El primero se puede considerar consecuencia de la
inmadurez y el desconocimiento de los principios bíblicos de vida, pero un segundo divorcio, ya teniendo a
Cristo en el corazón y conociendo los principios bíblicos de vida no tiene excusa delante de Dios. NO somos
nadie para juzgar, simplemente comentamos lo que la Biblia enseña.
Un fracaso matrimonial es un evento traumático que afecta fuertemente las emociones por un largo periodo
de tiempo.
Reflexionar sobre lo que provoca la crisis en la relación puede ser útil para la pareja hablar de las cosas que salieron mal y entender cómo llegaron a ese punto. Es importante ser honestos y abrirse para que la reconciliación sea posible.
La oración es una herramienta poderosa para las parejas cristianas que buscan una segunda oportunidad. Oren juntos por la sabiduría y la fuerza para superar la crisis y por la fe para creer en la reconciliación. El perdón es fundamental para cualquier relación, especialmente en una segunda oportunidad. Si la pareja quiere tener éxito, es importante perdonar las heridas del pasado y empezar de nuevo.
Busca la guia de Dios ,En momentos de dificultad, es importante buscar la guia y la direccion de Dios. Dedica tiempo a la oración y la reflexión, pidiendo a Dios que te muestre el camino hacia la restauración y la reconciliación en tu matrimonio. Confía en que Dios tiene un plan para tu relación y está dispuesto a ayudarte a empezar de nuevo.
Lo primero es: TENGA PACIENCIA. No se deje llevar por la necesidad de tener un compañero. NO todo el
que parece, es….
2- Trabaje con su sanidad interior
3- Ud como soltero(a), si es hijo(a) de Dios, debe entender que está casado con Jesucristo y tiene que serle fiel
a ÉL y a su palabra, primero.
4- Ore fuertemente por la persona que Dios tiene para Ud. Y espere.
5- Conozca de la compatibilidad de temperamentos,
6-Prepárese. Haga un curso prematrimonial,
7- Dese tiempo para conocerse muy bien. No se deje llevar por la emoción.
En conclusión, una segunda oportunidad puede ser la oportunidad de comenzar de nuevo en una relación matrimonial cristiana. Busquemos ayuda, reflexionemos sobre las causas de la crisis, comprometámonos a hacer cambios, oremos juntos y perdonémonos. Recordemos que Dios es un Dios de segundas oportunidades y nos da la oportunidad de comenzar de nuevo.