¡La Fe sin obras no funciona!
La Fe es absolutamente necesaria para el bienestar del ser humano, porque fuimos diseñados para creer y vivir en función de una deidad que nos guía en el camino de la vida. Esa deidad solo puede ser nuestro Dios y Padre Celestial que se manifiesta a nosotros los seres humanos por medio de su palabra, la Biblia.
La FE nos permite proyectarnos de un estado actual a uno deseado, fundamentado en el propósito de nuestro Padre Celestial para nuestras vidas.
Tener esa confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos, solamente se puede obtener mediante la obediencia a las instrucciones de Dios. Cuando sabemos con seguridad que estamos haciendo lo que Dios nos manda, tendremos la fuerza de la FE que necesitamos para que suceda lo que esperamos.
FE es creer que haciendo lo que Dios dice, obtendremos lo que EL promete.
La FE debe ir acompañada de acciones que complementan y confirman la confianza que tenemos en lo que esperamos. Un matrimonio que está atravesando problemas y tiene FE, debe tener acciones que evidencien su FE. Si no hacen nada, esa FE es muerta y no va a pasar nada.
la conexión entre la fe y la acción es fundamental. La Biblia nos enseña que la fe sin obras está muerta, y esto también se aplica a la vida conyugal.
Un esposo manifiesta su FE con obediencia a la palabra de Dios, siendo el sacerdote del hogar, con acciones que restauren a su esposa, con actitud perdonadora, con detalles, con oración, con palabras edificantes para su esposa.
Una esposa manifiesta su FE con obediencia a la palabra de Dios, siendo la ayuda idónea, con acciones que restauren a su esposo, con actitud perdonadora, con respeto, con oración, con palabras edificantes para su esposo.
Los Padres manifiestan su FE con obediencia a la palabra de Dios, instruyendo a los hijos a la manera de Dios y compartiendo tiempo con ellos.
La primera acción que la FE necesita es la OBEDIENCIA a lo que Dios dice.
El primer y más importante mandamiento que Dios nos da es el de amarnos los unos a los otros, comenzando con nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres y familiares, en ese orden. Y ese amor que Dios nos manda es el que perdona, el que procura el bienestar de la otra persona aun con sacrificio.
La fe cristiana no solo es una creencia abstracta, sino un llamado a la acción. En el matrimonio, la fe se expresa a través de acciones concretas que reflejan los principios cristianos de amor, perdón y servicio.
La fe cristiana enseña la importancia del perdón. Aplicar esta enseñanza en el matrimonio implica no solo creer en la posibilidad del perdón, sino también tomar medidas concretas para perdonar y buscar la reconciliación después de conflictos.
Muchas personas oran para que su matrimonio se restaure, pero no hacen NADA. Ese matrimonio no se va a restaurar, porque la FE sin acción, no sirve para nada. Si quieres restaurar una relación, debes hacerlo con FE y con acciones a la manera de Dios, que respalden esa fe. Algunas veces, es necesario pasar por un proceso de sanidad interior para tener la fuerza para obedecer los mandamientos de Dios.