¡ Suerte: Aquello que ocurre o puede ocurrir para bien o para mal de personas o cosas!
La verdad es que el Matrimonio no es un asunto de suerte, no depende de la suerte, sino de la decisión de las personas de hacerlo funcionar, pero para eso debemos aprender cómo es que realmente funciona la relación matrimonial y tomar la decisión de trabajar para hacer que funcione.
El Matrimonio es como un Jardín que cuando comienza, solo es un espacio vacío, al que llegan dos personas con maletas llenas de ideas, ilusiones, sueños, y con mucha voluntad comienzan a construir lo que ellos esperan será un hermoso jardín lleno de flores hermosas y olores fragantes.
El más grave problema al que las parejas se enfrentan es la ignorancia de cómo preparar el jardín y como desarrollarlo. Tienen toda la intención y toda la voluntad de hacerlo, pero no saben cómo hacerlo. Entonces comienzan a venir las decepciones, los desánimos, las ofensas y poco a poco la idea del jardín precioso comienza a esfumarse.
A tal punto llega la decepción, que muchos deciden abandonar el jardín y piensan que van a tener otro jardín mejor porque conocieron a alguien que si reúne las condiciones para tener un jardín hermoso, pero poco después se dan cuenta que tampoco funciona como esperaban.
Dios, el Diseñador y Creador del ser humano y del matrimonio, nos dejó el manual de instrucciones de cómo se construye el jardín del matrimonio.
Solamente siguiendo las instrucciones de nuestro Padre Celestial lograremos obtener un Jardín hermoso; no perfecto, pero si saludable. Y como todo jardín debe dársele mantenimiento para que permanezca hermoso.
El ingrediente principal que debe ponerse en el jardín como fundamento es una buena tierra y en cantidad abundante. Ese ingrediente en el matrimonio es el amor. Un amor de buena calidad y en cantidad abundante va a ser estrictamente necesario para que la semilla del matrimonio de fruto hermoso.
Un amor de buena calidad, no es ese amor que enseña el mundo a través de las películas y las canciones. La pasión simple es tierra de mala calidad. El amor de buena calidad solo se puede obtener del fundador del amor: nuestro amado Dios, y se desarrolla con la sabiduría que EL mismo nos da.
Esta es la instrucción principal para desarrollar el AMOR como fundamento del Matrimonio. Son decisiones para mantener una relación saludable. El Matrimonio se construye con este tipo de AMOR. Este tipo de Amor por decisión es la tierra de buena calidad que el matrimonio necesita para desarrollarse saludable y fuerte.
Este tipo de amor no es egoísta, no busca lo suyo, sino que se concentra en el bienestar del otro. Este tipo de Amor es una decisión de estar dispuesto a sufrir por el bienestar de otro. No quiere decir una actitud masoquista sino más bien la actitud altruista de pensar primero en el bienestar de tu cónyuge.
Este tipo de Amor tiene la particularidad de que se reproduce y generalmente se recibe en mayor cantidad de la que se da. Todo el que ama con amor esforzado y desinteresado, recibirá oportunamente abundancia de lo mismo.
Si reconoces que no has cuidado tu Jardín, pídele perdón a Dios y pídele sabiduría y fuerza para comenzar a cambiar la tierra fundamento de tu Jardín y comienza a llenarlo de ese Amor que te enseña la palabra de Dios. Pídele perdón a tu pareja también por no haber sabido como alimentar el Jardín y comprométase a aprender cómo cuidar y desarrollar el Jardín de tu Matrimonio y tu Familia.
